¿Crees que las mantas solo se utilizan en invierno? Descubre por qué las mantas son un must have durante todo el año.
Haciendo un guiño a la maravillosa película de Jaime Chávarri “Las bicicletas son para el verano”, basada en la genial obra teatral de Fernando Fernán-Gómez hemos querido titular este artículo “Las mantas son también para el verano” con el propósito de reflexionar acerca de una creencia muy arraigada: que las mantas se utilizan únicamente en invierno.
Desde La Sastrería del Hogar apostamos por desestacionalizar este artículo de ropa de hogar. Y, por supuesto, te contamos porqué. ¿Pedaleamos?
Efectivamente, hay distintos tejidos y calidades para mantas de entretiempo, verano o invierno. En las épocas más frías, las mantas de lana o de alpaca te aportarán suavidad y calidez. Pero para la temporada de primavera-verano, debes elegir una manta o plaid de lino 100%. Siempre debes adecuar las calidades y fibras a la época del año.
Tienes clarísimo que necesitas una manta en invierno. Pero ¿por qué necesitas una manta en verano?
La época en la que más practicamos la sana y placentera costumbre de echarnos la siesta es justamente la época estival. Puede ser que tengas el aire acondicionado encendido o que, tal vez, prefieras quedarte dormido al aire libre, en una zona de sombra, después de haber comido.
Es justo ahí, en ese momento en que la digestión está en marcha y los ojos empiezan a cerrarse, cuando tu cuerpo experimenta cambios en su temperatura que directamente baja. Además, se ralentiza tu respiración y disminuye tu ritmo cardiaco. Es muy saludable y reparador echar una cabezadita, pero ¡ojo! que no sea después de una comida muy copiosa y que no dure más de media hora. Por supuesto, y debido, a la bajada de la temperatura interna corporal es importante que te tapes con una manta o plaid adecuados a la temperatura de la época. Es muy posible que, si te quedas dormido sin taparte, al ratito, eches en falta algo para cubrirte.
¿Sabes que hay personas que no pueden dormir sin taparse? ¿Eres una de ellas? Es algo neurológico y es que echarse una mantita por encima ejerce una mínima presión sobre tu cuerpo e inmediatamente produce más serotonina; hormona esencial en la regulación del sueño.
Una manta de verano no solo es perfecta para el momento de la siesta, también la utilizarás para dormir por la noche. ¿Te has despertado alguna vez en pleno agosto, a media noche, con frío? Tu temperatura corporal disminuye en verano cuando se va a dormir de la misma manera que lo hace en pleno enero. Por cierto, si quieres descubrir consejos para descansar durmiendo no dejes de leer: https://lasastreriadelhogar.com/duermes-o-descansas/
¿Solo la usarás para dormir? ¡No! Tal vez hoy prefieres navegar en alta mar o sentarte en una terraza viendo el atardecer. Una manta de verano es una aliada perfecta para protegerte de la humedad cuando estás al aire libre y empieza a refrescar.
Nosotros este año tenemos muy claro que no vamos a quedarnos sin nuestra manta de verano… ¡Ni sin nuestra bicicleta! ¿Y tú?